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1859.- La paloma y el leopardo

11/05/2016

Hay nervios. Muchos nervios. Las declaraciones públicas son la leche, cada cual a lo suyo y sin un solo dato objetivo aún.

Cuando a la UCD la mandaron al ostracismo, nadie se lo creía y nosotros, aquellos jóvenes inexpertos y casi locos, gritábamos “sí se puede” aunque supusiéramos que era un imposible.
Tuvimos 168 escaños en 1979 y en las elecciones del jueves 28 de octubre de 1982 los votantes nos desmantelaron. De un solo golpe, perdimos 157 diputados y prácticamente desaparecimos de la vida política española.

Adolfo Suárez nos había abandonado tres meses antes, verano de 1982, para fundar su Centro Democrático y Social (CDS), un partido político nuevo que consiguió dos diputados, dos solo dos y ambos por la provincia de Ávila: el propio Adolfo y su adlátere “Pelopincho”, como llamábamos cariñosamente por entonces a Agustín Rodríguez Sahagún que en paz descanse.

En aquellas elecciones de batacazos políticos a la diestra, al centro y a la siniestra, el Partido Comunista de España sufrió también un revolcón de la leche. Perdió más de un millón de votos. Tenía 19 diputados y se quedó con cuatro, y gracias.
Santiago Carrillo dimitió de la dirección del PCE y Suárez presentó su dimisión "por el resultado tremendamente negativo”, según dijo.

¿Cómo olvidar el Turatevi il naso ma votate DC? (Tápate la nariz pero vota a la Democracia Cristiana). Lo escribió Indro Montanelli cuando las elecciones italianas de 1976 en las que se vislumbró por primera vez la posibilidad de que el Partido Comunista de Enrico Berlinguer se convirtiera en la principal fuerza italiana.

El banderín de enganche “yo quiero a mi partido y no quiero que se vaya por el desagüe” es ya el cántico celestial de los socialistas españoles de hoy. En eso andan porque si pierden un diputado en cada provincia, pierden cincuenta de golpe, y al cubo de la basura.

Cuando escuchas hablar a la media docena de políticos comparsa de Pedro Sánchez, se adivina lo que a la italiana se llama “sorpasso” y a la española “castañazo”; ‘sorpasso’ es una palabra italiana que significa adelantamiento y que todavía no recoge el diccionario de la Real Academia Española de la Legua.

Si los viejos comunistas siempre tiraron al monte, los jóvenes podemitas solo saben vivir a la intemperie y es probable que allí nos encontremos todos pronto.

Ya llegan, se les ve venir igual que cuando se encienden las luminarias y llegan los Reyes Magos, la feria de Sevilla o el lucero del alba.
Como los nubarrones antes de una tempestad, “ya luchaban la paloma y el leopardo. Buscaban el amanecer y el amanecer no era”, hubiera rematado Federico García Lorca de no haber sido fusilado muchos años antes.

Atando cabos, el 26 de junio de este año tan divertido y trágico será para algunos la tumba y para otros una coronación casi canónica.
No se sabe si trae una pistola de formato MP4 o una película de 9 milímetros parabellum; lo de “parabellum” viene del “si vis pacem para bellum" (si quieres la paz prepara la guerra).

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