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1716.- En los pasillos del puente

05/11/2013


“Menosprecio de corte y alabanza de aldea”, como en el libro de Fray Antonio de Guevara, los cortesanos corrían por los pasillos del Puente de todos los Santos menospreciando los salones propios y alabando las cabañas aldeanas.
Si alguno de ellos hubiera leído al franciscano aquel, se hubiera encontrado con este frontispicio: “Plutarco cuenta que en Atenas un día se encontraron un griego y un egipcio que llevaba bajo su capa cierta cosa “sobarcada” (transportada). Y como el griego le preguntara qué llevaba escondido bajo la capa, el egipcio le contestó:
“Por ello va eso cubierto con el manto, porque tú ni otro sepáis lo que aquí va escondido”. Y por eso Solón mandó en sus leyes a los atenienses que pusiesen aldabas en las puertas de sus casas y que si alguno entraba en casa ajena sin tocar primero la aldaba, le diesen la misma pena que al que robaba la casa.”
La filosofía política de Fray Antonio era bien clara: “El poder tiene por misión hacer innecesario el poder”.

Ya en los pasillos del puente, con Garzón de figurín como si de oficio, los cortesanos de la Cour des miracles dirigieron una carta abierta al PSOE ofreciéndose “como personas comprometidas con la izquierda para concretar la nueva política, la nueva forma de ejercerla y derrotar a la derecha" –La “Corte de los Milagros” era una zona del París medieval habitada por mendigos, ladrones y prostitutas. Recibió este nombre porque sus habitantes por el día pedían limosna fingiéndose ciegos o discapacitados, pero de noche recuperaban milagrosamente la salud–.

Desde los pasillos del puente también, Rubalcaba, en otra carta abierta, la de su púlpito tuitero, ha agradecido su colaboración “porque sus aportaciones van a enriquecer los debates de nuestra Conferencia Política del próximo fin de semana”.

Las cartas abiertas son pasquines instalados al pie de las ratoneras.

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