Volver a Artículos     
1658.- El bosón divino

08/07/2012

Semana del riau riau gora San Fermín. Del bono español a 10 años, la prima de riesgo, el euríbor, el bono alemán, y de un partido político que pretende hacer alcalde de Alcalá de Henares a quien prometa bajarse el sueldo un 20 por ciento…
La semana del Bosón de Giggs, la "partícula de Dios", una piedra nacida de sí misma igual que los gérmenes antes de llegar Pasteur, un sabio francés que inventó la vacuna contra la rabia y dinamitó para siempre la teoría de la generación espontánea.
No se sabe si lo del Bosón divino es una fábula mal contada o una explosión en la historia sin historia, una lágrima sin ojos.

"Soy el que soy", dijo Dios a Moisés para explicarse desde una zarza que nunca se consumía.
"Soy el Eso", dice ahora el señor Bosón como si una prima de riesgo mal parida y peor criada; ‘eso’ es lo que está a una distancia media, en el espacio o el tiempo, de las personas que hablan.

Había sitio para todos hasta que nos dio a los humanos por pensar en qué somos y de dónde venimos. Ignorantes por ser lo que somos, preferimos el reino de un dios al que no entendemos, al purgatorio de un bosón que nos da repelús.

Pensar es una eutanasia, la muerte dulce, pero cuando uno deja de pensar, el resto del día miramos por la ventana buscando el Calixtino en un garaje.

¿Será que vivir es soñar que vivimos? Un madrileño que fue militar, poeta y el mayor dramaturgo del Siglo de Oro de la literatura española, escribió que “el vivir solo es soñar, y que la experiencia nos enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar”. O sea, que acabaremos por despertar.

Por más que una de las leyes del poder consista en "jugar con las fantasías de la gente", nunca hubiera escrito don Pedro Calderón de la Barca un auto sacramental en honor del señor Bosón, ¡tan divino y tan riau riau el muy canalla!

  Volver a Artículos