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1640.- El pregón de los idus de marzo

30/03/2012

En los idus de marzo del pasado año tuve el honor de pregonar oficialmente la Semana Santa de la ciudad de Segovia. Este año, por razones profesionales no he podido acompañar, como hubiera sido mi deseo y casi obligación, a Anastasio Gil, el pregonero de 2012, mi sucesor en esos menesteres honoríficos.

El pueblo de Anastasio y el mío están situados a menos de una legua y, hasta bien entrado el siglo XVI, Turégano y Veganzones tuvieron término municipal común. Los habitantes de esas dos villas hermanas nos consideramos paisanos y, en mi caso, por doble motivo: en Veganzones nació mi madre y allí siempre me sentí como en casa; en su Campo Santo descansan muchos de mis antepasados maternos esperando la luz.

Cuando Alberto Herreras, el presidente de la Junta de Cofradías, Hermandades y Feligresías de la Semana Santa de Segovia, me comunicó el “fichaje” de Anastasio Gil para pregonar la Semana Santa de este año, me sentí emocionado. Anastasio es una persona de gran prestigio y valía de la iglesia española. ¡Un lujo para Segovia! El pregonero es un heraldo, un mensajero y un representante de la mercancía pregonada. ¡Todo un honor ser el antecesor de mi amigo y paisano Anastasio Gil en una tarea tan singular y distinguida!

El primer día de cada mes se celebraban en Roma las “Calendas” (de esta palabra deriva “calendario”). El día cinco, excepto en marzo, mayo, julio y octubre que eran el siete, se celebraban “las Nonas”. Los Idus comenzaban el día trece de cada mes, excepto en marzo, mayo, julio y octubre que se iniciaban el quince.

¡Que Dios nos libre de los idus de marzo! Así se dice y es proverbial como si un epitafio desde el 15 de marzo del año 710 AUC. (“Ab Urbe Cóndita”, desde la fundación de la ciudad de Roma). Aquel funesto día del año 44 AC (Antes de Cristo), los conspiradores asesinaron a Julio César en el Senado y su muerte provocó el estallido de una dolorosa y cruel guerra civil. “Veintitrés puñaladas más las dos primeras”, según la historia y la tradición popular. Puñaladas traperas todas, menos la de Bruto que era puñalada amiga: “Tu quoque, Brute, fili mi?”, ¿tú también, Bruto, hijo mío?

Los idus de marzo agonizando, en “Andalucía tierra de María Santísima” y en” Asturias patria querida” descansan los sables después de la batalla.

Finalizando los idus de marzo, Convergència Democràtica de Catalunya, hasta ahora un partido político “nacionalista”, ha decidido oficialmente convertirse en “independentista” y “dotar a Cataluña de un Estado propio”. No sabemos si cantar el “Dios nos libre de los idus de marzo” como cuando lo de César, o si congratularnos por saber ya lo que nos espera que, al fin y a la postre, saber es vivir con menos sobresalto. Con los idus de marzo en retirada, la bandera y el himno de España se han paseado televisivamente en olor de multitudes. Un pequeño alivio en la agonía que se avecina. ¡Gracias, asturiano Fernando Alonso!

Cuando en el corazón de la capital de España dentro de un par de meses se profane esa misma bandera y se abuchee a ese mismo himno con motivo de la final de la Copa del Rey de fútbol, servirá de consuelo recordar los idus de marzo cuando todo el mundo pudo escuchar al asturiano Fernando Alonso y al mejicano Sergio López hablando sin complejo alguno en español, su idioma natal.


El Adelantado de Segovia. 30/3/2012

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