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1561.- "A día de hoy", el Rubicón

13/09/2010

A “día de hoy”, hemos cruzado el Rubicón. Así lo dirían algunos ignorantes. Igual que dicen que “a día de hoy” rechazan enviar más tropas a Afganistán. “A día de hoy” es lo que los franceses llaman “aujourd hui”, o sea, “hoy”.
En esto, la Real Academia Española bien explica que la expresión “a día de hoy” es innecesaria “aunque se haya puesto de moda en los últimos años en el lenguaje periodístico y político-administrativo”. Y recomienda emplear en su lugar las locuciones o expresiones tradicionales “hoy por hoy”, “hasta hoy”, “hasta ahora”, “hasta este momento”, etc. o, sencillamente, hoy, en el día de hoy, hoy en día, ahora o en la actualidad, según los casos. ¿Por qué me recuerda esto lo del «Alea jacta est»? Cuando César había cruzado el Rubicón, el pequeño río que separa la provincia gala de la península itálica, y se dirigía con sus ejércitos hacia Roma, donde su rival, Pompeyo, estaba a punto de abandonar la ciudad y dejar a los romanos sin protección ni gobierno.
Si lo que quiso decir quien lo dijo es “hasta hoy”, pues de acuerdo. ¡Lástima que la gente piense que ciertos “a día de hoy” significan “mañana ya veré”!
Cuando al comenzar el partido del Bernabéu del pasado sábado las pantallas luminosas colocaron el resultado del parido del Barça contra el Hércules de Alicante, la gente aplaudía entusiasmada. No se alegraban por la victoria de los de Esteban Vigo sino por la derrota de los de Guardiola en el día en que los nacionalistas y separatistas celebraban su Diada “con mucha fiesta y menos política que otros años” aunque algunos independentistas descerebrados se tomaron tan a pecho su propia Diada personal que quemaron entusiasmados la bandera española y la foto del rey.
También a día de hoy, Silvio Berlusconi ha recomendado a los jóvenes de su partido que busquen trabajo en el extranjero, se casen con una millonaria y no lean los periódicos. Como en cierta ocasión la Thatcher le comentó que «no se puede gobernar leyendo los periódicos, ya que deprimen», él, para curarse en salud, pidió a su portavoz que le trajese sólo los artículos con comentarios positivos. “No le vi durante dos meses», bromeó Berlusconi.

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