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1531.- Uno que sí y otro que no

08/03/2010


Es otra cosa siendo lo mismo. No es pornografía pura, eso que la Academia define como "carácter obsceno de obras literarias o artísticas”. Hablo de la TeleCinco y de uno de sus asquerosos productos, ese donde unas hembras, la mitad maduras y la mitad jovencitas, seleccionadas de entre dos mil candidatas que buscan fama disputándose los favores de un macho con pedigrí. Hablo de "I love Escassi", esa bazofia donde al ex marido de Lara Dibildos le llaman “El soltero de oro” y a las mujeres, “guarrillas”: la rubia y explosiva Kelly, la terapeuta energética Lucía Peralta, una madrileña de 48 años que se define a sí misma como una mujer «sensible, muy espiritual, independiente, generosa, imprevisible y muy divertida»; la azafata Isabel Ávila; la «personal shopper» Esther Fornes; una gallega propietaria de un restaurante, una catalana a quien le «encanta enamorarse», una panadera con 3 hijos adolescentes…
La ministra Bibiana, esa señora que relumbra en la vía láctea de la igualdad sin lógicas, lo sabe: Mujeres objeto, floreros sin alma, hembras de escaparate para conquistar al macho al que Dios nombró rey de la creación. Para cuando se publiquen estos Cabos Sueltos es de suponer que se habrá retirado de las pantallas el disparate machista y vergonzoso pero, por si no lo sabe doña Bibiana, ayer se presentó en Jerusalén el manuscrito original en el que Einstein enunció en 1915 la teoría de la relatividad general. Albert Einstein, ese señor que escribió que si se sigue haciendo lo que siempre, acabaremos haciendo siempre lo mismo. En fin ministra del disparate, experta en biología, ¿”lo tuyo lo prefieres con o sin?” Me explico, cuando ayer me hicieron esta pregunta, yo: “Uno que sí y otro que no”, o sea, que estaba en la tasca Los Lobos de la ciudad de Zamora del postigo de la traición que ahora llaman de la lealtad. Hablo de los pinchos morunos, que “piquen o que no piquen” -mañana querría almorzar en La Casilda pero me dicen que hace años se cerró; recuerdo haber presenciado allí este episodio tan desaguisado: “Ponme un zumo de naranja, Casilda”, y ésta: “¿Estás embarazada?”; “No”; y Casilda: “Entonces unas natillas como a los demás”-.
En sitios tan especiales como "I love Escassi" o La Casilda, pasa lo de siempre: uno que sí y otro que no, o sea, la tasca de los Lobos


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