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1488.- Su montaña de conocimiento

25/05/2009

Le pasan un discurso, o sea, palabras, y él, ¡cucurrucucú!, lo suelta como una paloma blanca: “Los socialistas vamos a convertir la montaña de cemento en una montaña de conocimiento”.
Me encanta el idioma de Miguel y Fernando, ya saben, un chico de Alcalá de Henares y otro de la Puebla de Montalbán. Con idioma tan magistral, un señor nacido en Valladolid y recreado en León es capaz de decir que “los que han creado esta crisis son los tiburones norteamericanos amigos de la derecha española».
Con el idioma de Teresa de Jesús, una chica de Ávila, o con el de Juan Ruiz, un chico de Alcalá (no se sabe si de la de Henares o de la Real) se puede decir que “el desempleo se combate con coherencia basada en la protección social» y el oyente conjetura, cucurrucucú, que el subsidio del pan bobo equivale a la solución del futuro y a un contrato indefinido con el PSOE.
Con el idioma de Fernando de Rojas, aquel alcalde Talavera que está enterrado en la colegiata de la ciudad de la Cerámica (no todo él está allí y yo lo sé), le dictan a un patán un hermoso discurso, o sea palabras, y él, cucurrucucú: “Somos los europeos los que ahora tenemos que ayudar a Obama a hacer un mundo mejor. Esta crisis es el colapso del recetario fallido de la derecha y la respuesta está en la recuperación de los valores de la izquierda garantizando igualdad en la remoción de las injusticias planetarias". Se dice y sanseacabó, ¡qué montaña de conocimiento!
Apostar por la montaña de conocimiento zapateril es dar a las niñas la píldora del día después sin receta y sin permiso de sus padres. Sacar a la calle a su ministra más ilustrada para decir que el feto de una mujer es un ser vivo pero no humano. Es competir con un conocimiento de patanes con traje Armani donde el gran jefe cucurrucucú, en vez de decir que los sefardíes son españoles, dice que “los españoles son sefardíes”.
Una montaña de conocimiento como la de aquel Fray Gerundio nacido en Campazas, un pueblo de León, que como la mamá de Andreíta Janeiro con el lenguaje.

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