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1454.- Técula mécula

11/09/2008

Para empezar te diré que el “técula mécula” es un postre, no sé si portugués o extremeño. Una exquisitez típica de Olivenza, tierra castellana que por el Tratado de Alcañices pasó a Portugal y donde su primer rey portugués construyó castillo y muralla, una joya de ciudad que en el contexto de la alianza militar francoespañola fue conquistada por el ejército español durante la Guerra de las Naranjas y formalmente anexionada el 6 de junio de 1801. En ese contexto hermoso, el monumental no el histórico, saboreo el técula mécula, una delicia para el paladar y un pretexto para no hablar del Gobierno.
El técula mécula de algunos políticos consiste en abarloarse a cualquier cosa para que la crisis económica galopante que sufren los españoles no sepulte al presidente antes de tiempo. Es el “Buenas noches y buena suerte” que los guionistas dictaron al canditado para finalizar los debates de hace cuatro meses. Good night, and good luck. Como en aquella película de George Clooney, el thriller donde McCarthy tuvo que presentarse ante el Senado y fue desposeído del poder una vez que sus mentiras y abusos quedaron por fin al descubierto.
Cuando le preguntaron a Rodríguez el porqué de su good night and good luck, aclaró que "era una denuncia prudente, moderada, a quienes descalifican, insultan y denigran a quienes no piensan como ellos, a los que denuncian deslealtades…” Lo que le dijeron que dijera, y él dijo.
Cada día una cortina de humo, cada semana un montaje, cada mes un pretexto. Todo sirve: la catástrofe de un accidente de aviación, la insensatez de un juez estrella al que le va la marcha, el embarazo sin padre conocido de una ministra francesa… Lo mismo un rumor que un hecho. Igual una mariquitapérez que una patera llena de cadáveres.
Para concluir te diré que la vida es un técula mécula.

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