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1409.- AVE, Carranque

23/10/2007



¡Ave, Carranque! Te saludo, villa de Carranque. En los ojos tengo partida una estrella.
Tuve antaño responsabilidades políticas sobre los monumentos y obras artísticas de la provincia de Toledo, y de Carranque, ni flores. Años después, mientras Samuel realizaba labores agrícolas en el paraje conocido como las Suertes de Debajo, su arado descubrió un mosaico romano, luego otro y otro y fue como si, de pronto, igual que en el verso de Juana de Ibarbourou, “en los ojos se partiera una estrella”.
Vengo de visitar aquellos parajes y me he topado con algunos de los mejores mosaicos romanos que en el mundo existen o que al menos yo recuerde. Con el rescoldo de esa estrella fulgente en mi retina, me atrevo a decir que en Carranque se encuentra, por decirlo cursi y tópicamente, la Capilla Sixtina del mosaico romano de la Península Ibérica. ¡Ave, Carranque, yo te saludo y casi te venero! Samuel López Iglesias pasará a la historia de los felices encuentros, como Marcelino de Santuola cuando en Santillana se encontró con la "Capilla Sixtina del arte paleolítico".
De Carranque recordaba la iglesia de Santa María Magdalena y poco más; como soy observador de pequeñas cosas bobas, quedaban en mi tambaleante recuerdo la calle del Chorrillo y la del Viento, tan recoletas, tan íntimas, tan sin nada. Ahora, uniré este nombre a los de Cauca, Toletum, Complutum, Tarraco, Segóbriga, Itálica, Mérida... En Cauca, muy cerca del pueblo donde yo nací y del que soy cronista oficial, vino al mundo Flavius Theodosius: el emperador Teodosio I el Grande, el que declaró el Catolicismo religión oficial del Imperio Romano; fue por entonces lo de Carranque, y siento ganas de quitarme “las hebillas ricas de las correhuelas de mis dos sandalias” (por seguir con la Ibarbourou, aquella poetisa uruguaya).
Desde el feliz encuentro entre Samuel y la historia, se han desarrollado excavaciones arqueológicas que han sacado a la luz un complejo formado por restos de un poblado floreciente con una gran mansión romana, una joya inesperada: la “Villa de Materno Cinegio”, un pariente y colaborador del emperador Teodosio. Por la monumentalidad de sus edificios, por la utilización en los edificios de materiales como el pórfido rojo para el mobiliario y pavimento, traído desde Egipto, y las columnas talladas de una sola pieza, procedentes de las canteras imperiales en Turquía y Grecia, y por la sorprendente colección de mosaicos Carranque se está convirtiendo en visita obligada de quienes quieran disfrutar del arte antiguo.
En los ojos tengo partida una estrella. ¡AVE, villa toledana de Carranque!

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