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2036.- Manuales de vida

21/10/2018

Los manuales son instrumentos que contienen en forma explícita, ordenada y sistemática información sobre algo y para algo.

En el manual de Agustí Colomines i Companys, un historiador y político español nacido en Barcelona en 1957, de ideología independentista catalana que experimentó una transición ideológica del comunismo de su juventud a posiciones derechistas, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Barcelona, y presidente entre 2007 y 2013 de la Fundación CatDem vinculada a Convergencia Democrática de Cataluña, que el 2 de febrero de 2016 fue nombrado director de la Escuela de Administración Pública de Cataluña y el 20 de abril de 2018 fue cesado en el marco de la aplicación por Rajoy del artículo del artículo 155 de la Constitución española, el ideólogo de la Crida Nacional per la República —un partido político español de ideología independentista catalana presentado en julio de 2018—, gurú del independentismo e impulsor de la nueva formación de Puigdemont y Junqueras que carga contra ERC y asegura que Madrid no será nunca nuestro aliado, «Sin muertos, la independencia de Cataluña tardará más en llegar».

“El carácter importa más que la reputación”, es el título de uno de los capítulos de un libro maravilloso —“Un Manual de Vida”— que escribió Epicteto, un filósofo griego de la escuela estoica que vivió parte de su vida como esclavo en Roma y, que se sepa, no dejó obra escrita. Nació en Turquía el año 50 y murió en Grecia en el año 135. Basándose en las obras de los antiguos estoicos, se aplicó a las tres ramas de la filosofía, lógica, física y ética.

Sus enseñanzas se conservan en un Enchiridion o Manual de Vida, y sus “Discursos” fueron editados por su discípulo Flavio Arriano.
Cosas así decía: Todos los asuntos tienen dos asas: por una son manejables, por la otra no. ¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos. Engrandecerás a tu pueblo, no elevando los tejados de sus viviendas, sino las almas de sus habitantes.

Los hombres no se perturban por las cosas sino por la opinión que tienen de éstas. No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte.

De lo que hay que tener miedo es del propio miedo. Para juzgar si un hombre es libre no te pares a mirar sus dignidades, porque, al contrario, más esclavo es cuando más elevado cargo desempeña.
El error del anciano es que pretende enjuiciar el hoy con el criterio del ayer. No pretendas que las cosas ocurran como tu quieres.
Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz.
Las cosas que dependen de nosotros son por naturaleza libres, nada puede detenerlas, ni obstaculizarlas; las que no dependen de nosotros son débiles, esclavas, dependientes, sujetas a mil obstáculos y a mil inconvenientes, y enteramente ajenas.
Tú puedes ser invencible, si no te enganchas en combate alguno cuya victoria no dependa de ti. Así termina el librito susodicho de Epicteto: “A partir de ahora, promete que dejarás de defraudarte a ti mismo Sepárate de la multitud. Decide ser extraordinario y haz lo que tengas que hacer. Ahora”.

Esto me esclareció en su manual de vida Rabindranath Tagore (1861-1941), un filósofo y escritor indio que cierto día me dijo y ahora lo recuerdo que cuando se cierra la puerta a todos los errores, también la verdad se queda fuera —Tagore fue premiado con el Nobel de Literatura en el año 1913 convirtiéndose en el primer laureado no europeo en obtener ese reconocimiento; la versión castellana de sus obras fue realizada por Zenobia Camprubí en colaboración con su marido Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura en 1956.

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