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2034.- Podemos y Obama

16/10/2018

Ni de Podemos, ese partido político español, fundado el 11 de marzo de 2014 y liderado por Pablo Iglesias Turrión —cuatro meses después de su formación, Podemos participó en las elecciones europeas de 2014 y logró cinco escaños (de 54) con el 7,98 % de los votos, lo que lo convirtió en el cuarto partido más votado de España. En los primeros veinte días que permitió la inscripción, reunió más de 100 000 miembros, convirtiéndose en el tercer partido en número de afiliados, y en octubre alcanzó el segundo lugar, con más de 200 000. También llegó a aparecer como el primer partido del país en intención directa de voto, según las encuestas. En las elecciones generales celebradas el 20 de diciembre de 2015, las listas presentadas por Podemos para el Congreso de los Diputados y Diputadas, en solitario o en coalición con otras formaciones políticas, obtuvo el 20,68 % de los votos y 69 diputados en el conjunto del Estado.

Ni tampoco de Barack Hussein Obama, el político estadounidense que ejerció como el 44 presidente de los Estados Unidos de América desde el 20 de enero de 2009 hasta el 20 de enero de 2017.

Escribo sobre dos libros: “El método Podemos” y “El método Obama. El primero, “El método Podemos, márketing marxista para partidos no marxistas” de mi amigo David Álvaro García, un politólogo y tertuliano en “La Tuerka”, que trabajó como coordinador online en la campaña de Rajoy 2011, que nació en Madrid en 1986, que es licenciado en Ciencias Políticas, MBA y Máster en Comunicación Política y Empresarial —Crea una historia, Encuentra un público, Llega a tu público; si existe un discurso hegemónico en la historia, ese es el de la Iglesia católica. Probablemente sea la única institución en el mundo que cuente con casi 2000 años de vida. Es tan importante que no hace falta ni explicar la influencia decisiva que ha tenido y tiene en gobiernos, intelectuales, artistas y la sociedad, en general, durante siglos. Pero tuvo un principio y éste fue San Pablo. Lógicamente, nos referimos a la Iglesia como organización y como discurso.

Y del segundo, la cuarta edición (año 2009) de un libro escrito por Rupert L. San, donde se recogen “Las 100 claves comunicativas del hombre que ha revolucionado el mundo”.

De las cien, traigo hoy a este Atando Cabos las siguientes: Primera parte. El cuerpo comunicativo: 1 Limpio por fuera, limpio por dentro; 2 Sencillamente arreglado; 7 Gafas, cuando salga el sol; 11 La juventud es el encanto; 13 Un peluquero personal; 18 La cara es el espejo del alma; 19 Sonrisa, risa y carcajada; 20 Los ojos hablan; 50 Despedida del grupo. Segunda parte. El alma comunicativa; 51 El discurso vs. la demagogia; 52 El diálogo vs. el monólogo; 53 Contesta al pueblo; 55 ¿Sabes escuchar?; 57 Querer es poder (o el sueño americano); 58 El poder de querer; 59 Creador de ilusiones; 60 Cree en ti mismo; 61 La paciencia tiene premio; 62 Un plan bien delimitado; 63 El autocontrol; 64 El mensaje positivo; 65 Témplate, concéntrate; 66 Más respeto; 67 Modestia, sí; 70 Un no a las promesas imposibles; 71 El efecto del silencio; 73 Dejad que se acerquen a mí; 75 Ciudadano del mundo; 76 La atracción de lo nuevo, lo joven y lo minoritario; 78 Predicar con el ejemplo; 83 Hombre de su tiempo; 85 Coraje: aunque tengas miedo, hazlo 90 Ignorar el insulto; 91 Paz en la Tierra; 95 El apoyo de las celebridades adecuadas; 99 Lo importante va antes.

Esto escribió Cervantes en El Quijote: “Cambiar el mundo, amigo Sancho, no es ni utopía ni locura, es justicia. Que la libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.

Groucho Marx decía que "no reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos", y atando cabos y con la venia de cuanto aquí hoy he escrito y dicho es que lo que más me gusta de un libro es que te haga reír un poco de vez en cuando. Me lo contó Jerome David Salinger, un escritor estadounidense conocido principalmente por su novela “El guardián en el centeno”, un clásico de la literatura moderna estadounidense desde el mismo momento de su publicación en 1951.




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