2009.- ¿Levantar barricadas?06/06/2018
En el arte militar, según la Wikipedia una barricada es un obstáculo o parapeto improvisado que se hace con barricas, carruajes volcados, palos, piedras, etc, que sirve para estorbar el paso al enemigo y que su uso es más utilizado en las revueltas populares que en el arte militar.
Hay mil tipos de guerra y de paz. Nada que ver las beligerancias chulescas de Pedro Sánchez Pérez-Castejón con las contiendas taciturnas de Mariano Rajoy Brey. El socialista Pedro Sánchez desde el sábado 2 de junio es de manera oficial presidente del Gobierno de España tras prometer su cargo en el Palacio de La Zarzuela en una ceremonia en la que, por primera vez en la democracia no ha habido biblia ni crucifijo —ese día, el Taco Calendario del Corazón de Jesús se abre con la frase “cuando abandonas el mundo que conoces y te enfrentas a lo desconocido, descubres tu auténtica fortaleza y dónde están tus méritos, y murió con 90 años de edad Álvaro de Lapuerta Quintero, un abogado del Estado y político español que ocupó diversos cargos relevantes en la política española antes, durante y posteriormente a la transición democrática española; conocí personalmente a su esposa, a su padre, a su madre, a él y a todos sus hijos, hermanos cuñados y sobrinos; entre ellos al padre José Manuel de La Puerta que me acompañó en Turégano el día 25 de septiembre de hace cincuenta y dos años cuando un maldito incendio asoló más de cien casas del Barrio de Bobadilla.
Tras salir victorioso de la moción de censura presentada por su Partido Político, el secretario general del PSOE abandonará su piso en Pozuelo de Alarcón para instalarse en el Palacio de la Moncloa, donde muy pronto vivirá junto a su mujer, Begoña Gómez, y Ainhoa y Carlota, sus dos hijas.
Si “Hijos del pueblo” es una canción popular relacionada con el movimiento obrero, especialmente el de inspiración anarcosindicalista: “Hijo del pueblo, te oprimen cadenas/ y esa injusticia no puede seguir,/ si tu existencia es un mundo de penas/ antes que esclavo prefiere morir (…)/ serán barridos por los anarquistas/ al fuerte grito de libertad”, con el nombre de “Marcha triunfal” y subtítulo “¡A las barricadas!”, en noviembre de 1933 se publicó la partitura en el suplemento del periódico “Tierra y Libertad” de Barcelona. Los arreglos musicales para coro mixto los hizo Ángel Miret y la adaptación de la letra al español un tal Valeriano Orobón Fernández nacido en La Cistérniga provincia de Valladolid.
Junto a la letra se señalaba que esta canción, de carácter sindicalista, la habían traído a España unos anarcosindicalistas alemanes y se había hecho popular, sustituyendo a la tradicional canción anarcosindicalista española “Hijos del pueblo”. La canción fue grabada en 1936 por el Orfeó Català de Barcelona bajo la dirección de Francesc Pujol.
La anécdota se sitúa en la Barcelona de 1932, dónde Alfred Schulte, un técnico en fabricación de herramienta en paro y miembro de la SAJD (Juventud Anarcosindicalista de Alemania) de Wuppertal, se encuentra como invitado de Orobón, por entonces encargado de comunicación y cultura para la CNT-AIT. Al parecer, Schulte cantaba la "Warschawjanka" en la bañera cuando Orobón irrumpió en el baño y excitado le pidió el texto, que tanto tiempo llevaba buscando; traduciéndolo ya ese mismo día con ayuda de Hilda, su esposa de origen alemán.
En 1871, un obrero francés que había participado en la revolución de 1848 y en la Comuna de París, Eugène Pottier, escribió la letra de la que pasaría a ser “La Internacional”, el himno de los trabajadores de todo el mundo. Pottier había organizado a los diseñadores de telas (éste era su oficio, además de escritor) incorporando su gremio a la AIT (Primera Internacional) desde 1864. Después de la derrota de la Comuna se exilió en Inglaterra y EE.UU. pero volvió a Francia en 1880. Murió en 1887, sin escuchar cantar La Internacional.
La letra en castellano, ese idioma que en el mundo se llama español, así dice: “¡Arriba, parias de la Tierra!/ ¡En pie, famélica legión!/ Atruena la razón en marcha:/ es el fin de la opresión./ Del pasado hay que hacer añicos./ ¡Legión esclava en pie a vencer!/ El mundo va a cambiar de base./ Los nada de hoy todo han de ser./ Agrupémonos todos,/ en la lucha final./ El género humano/ es la internacional./ Ni en dioses, reyes ni tribunos,/ está el supremo salvador./ Nosotros mismos realicemos/ el esfuerzo redentor./ Para hacer que el tirano caiga/ y el mundo esclavo liberar,/ soplemos la potente fragua/ que el hombre nuevo ha de forjar./ Agrupémonos todos, en la lucha final./ El género humano es la internacional./ La ley nos burla y el Estado/ oprime y sangra al productor;/ nos da derechos irrisorios,/ no hay deberes del señor/ Basta ya de tutela odiosa,/ que la igualdad ley ha de ser:/ No más deberes sin derechos,/ ningún derecho sin deber/ Agrupémonos todos,/en la lucha final./ El género humano/ es la Internacional.” —puño derecho en alto los comunistas, e izquierdo los socialistas y socialdemócratas.
Atando cabos, en las barricadas actuales de las revueltas populares aunque el actual presidente del Gobierno de España no se aclare en lo del puño en alto y en otros desvaríos —en el boxeo, al campeón el árbitro le levante el derecho si mal no recuerdo—, al parecer ha encargado a Juan Gabriel Rufián Romero, el desconcertante y sorprendente diputado del Congreso de Diputados de España, que busque algún músico híbrido para que escriba un texto mixto de “Hijos del Pueblo”, “La Internacional” y “Els Segadors”.