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1915.- El triunfo del perdedor

10/02/2016

El humo mediático del Congreso Podemita ha enmascarado al perdedor para convertirle, a la chita callando, en el futuro ganador —el cara de niño Errejón ha vapuleado por lo bajinis al coletas Iglesias, el macho alfa parlanchín del rebaño podemita—. Íñigo necesitaba esta procesión y su derrota ha sido el triunfo soñado por su guionista —en Podemos solo quedan ya dos escuadrones y cada uno tiene su paladín.

Los gritos de Pablo Iglesias en Vista Alegre eran el principio de su final. Por decir, pronto le veremos en un reality show jugando a las tres en raya o tratando de engatusar a cualquier personaje singular, especialmente de género femenino.
El cara de niño Errejón ha vapuleado por lo bajinis al macho alfa parlanchín del rebaño podemita —los chistes de media España carcajeándose de Íñigo están engrandeciendo su liderazgo—. Íñigo y los suyos jugaron a ser diferentes y Vista Alegre se puede convertir en la Caja Mágica del aparentemente niño. Su cara de asombro parecía decir: "Una parte de mí cree que soy un perdedor y la otra parte sabe que soy todopoderoso".
La expresión «Pablo, Pablito, Pablete» que utilizaba José María García para referirse a Pablo Porta el que fuera presidente de la Federación española de fútbol, como anillo al dedo me viene hoy para invitar a Pablo Iglesias, el aparentemente glorioso vencedor de ese día, y a Íñigo Errejón, el supuestamente perdedor, a unas Bodas de Camacho parecidas a las de la segunda parte del Quijote.

Me sirve también para decir que los dos parecían hablar al dictado de Juan López Viñolo, un señor que acaba de morir en un hospital de Tarragona y que con sus habilidades de gran guionista durante un montón de años estuvo inventándose a Elena Francis, una mujer para la reconquista de las emociones y los sentimientos feministas de nuestra historia. Las mujeres llamaban por radio a doña Elena Francis, y ella aconsejaba lo que Viñolo deseaba aconsejar para alimentar sentimientos y obsesiones —Juan guionizaba y Maruja Fernández, una locutora de voz aterciopelada, colocaba en las ondas sonoras de la radio a una mujer inventada para cimentar la historia emocional de varios millones de mujeres españolas.
Además de Irene Montero, su Jefa de Gabinete y actual pareja de Iglesias a la que ha regalado por San Valentín la portavocía de Podemos que ha quitado a Errejón, con Pablo Pablito Pablete parecen están compinchados Juan Carlos Monedero, Pablo Echenique, Manuel “el padre político”, Vincenç Navarro el catalanista, Rafael Mayoral, Alberto “el rastas", Diego Cañamero, Gloria, Ione, Ana, Juanma, Noelia, Sofía, Gloria, la otra Ana, Pilar la profesora de signos, Idioia, Estefanía, Meri, José María y, por acabar, José Julio Rodríguez, un general que ocupó el puesto de jefe del Estado Mayor de la Defensa cuando Zapatero defendía una Alianza de Civilizaciones para solucionar el conflicto en Oriente Próximo —“Estoy a favor del derecho a decidir de Cataluña”, suele decir el ex general desde su actual tablado podemita sin estrellas ni galones.
De Carolina Bescansa poco se sabe, y de Tania Sánchez, la primera pareja conocida de Pablo Iglesias que le ayudó a dinamitar Izquierda Unida desde dentro, pocas cosas se entienden.

En la pomada está también Beatriz Gimeno Reinoso, la persona que sucedió a Pedro Zerolo en la presidencia de la Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, y que actualmente es diputada por Podemos de la Asamblea de Madrid y la responsable del área de igualdad de Podemos en la Comunidad madrileña.

Atando cabos digo que Iglesias y Errejón, cada cual con su propia idiosincrasia, intentan recrear una fábula descafeinada de las diferentes españas sin España. Bien lo sabe la “asalta capillas” Rita Maestre, una activista que además de la novia de Iñigo es la concejala portavoz del Ayuntamiento de Madrid, el pedestal de la juez emérita Manuela Carmena.

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