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1910.- Esmorgantes

26/01/2017

Esmorgantes es el relato de la visita a Galicia de la hija de Gumersindo de Xanpeira, un emigrante a la República Argentina. El concepto de “esmorga” va mucho más allá del de “parranda”, y yo lo explico figurándome a todos los españoles que han luchado por estar y ser, una unión de lo que antiguamente llamábamos cuerpo y espíritu.

Difícil explicar el significado de “esmorga” a quien no haya mamado desde pequeño la lengua de Castelao y Rosalía pero, mirando en el retrovisor personal, más de una vez me he preguntado el porqué de esta confesión que escribió el 27 de julio de 1932 Manuel Azaña, el presidente de la Segunda República Española en sus Diarios 1932-1933, “Los Cuadernos Robados”: “He aprovechado los días sin sesión de Cortes para buscar algún descanso merodeando las idas a la sierra, y prolongándolas. Riofrío, Segovia, Sepúlveda, Turégano, Ávila…, por todos esos sitios he andado.”

¿Algo que ver con Jerónimo García Gallego, un clérigo tureganense escritor y diputado de la Segunda República española? Jerónimo fue el diputado segoviano que más votos obtuvo en aquellas primeras elecciones republicanas.

El Alma De Las Piedras es el título de una novela de Paloma Sánchez Garnica (2010): en el año 824, el ermitaño Paio, el obispo Teodomiro y su ayudante Martín de Bilibio hallan una tumba cuyos restos, aseguran, pertenecen a Santiago Apóstol.
Turégano Piedras Con Alma (2011) es una investigación de quien esto escribe de supuestos sobre la historia de los dos Santiagos discípulos de Cristo: el de Compostela, el hermano de Juan evangelista, los hijos de Zebedeo y Salomé, los llamados “Hijos Del Trueno”, y el de Jerusalén, el llamado en el evangelio “Hermano de Cristo”, el que se quedó en Jerusalén, fue su primer obispo y escribió una controvertida epístola.

De todo eso y otros acontecimientos históricos relacionados con la Villa Episcopal de Turégano hablé en la conferencia que con el título “Turégano, piedras con Alma” pronuncié en la Sala de la chimenea del Casino de la Unión repleta de público y con aplausos finales como si todos quisieran conocer la riqueza cultural y artística de esa Villa Episcopal perteneciente desde el año 1123 al obispo de Segovia, no a la diócesis segoviana. El lugar donde los obispos de Segovia tuvieron palacio episcopal hasta bien entrado el siglo XX.

También aludí ese día al maestro Moreno Torroba que escribió para el guitarrista Andrés Segovia una obra fundamental: la suite "Castillos de España" y, para dar forma a una "sucesión" de piezas musicales (eso es una "suite"), eligió ocho localidades españolas con castillo: comenzó la obra con "Turégano", una serranilla, y concluyó con "Alcázar de Segovia", una llamada.

Para construir el Ábside y Retablo al que se refiere “Turégano piedras con alma”, con la autoría intelectual del arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, el Maestro Anónimo de Turégano seleccionó a los mejores cabuqueros, entalladores, canteros, tallistas, labrantes y pintores para conseguir una de las obras más bellas del románico español —Llegó a decirse que fue el propio Maestro Mateo, antes de se contratado para realizar el Pórtico de la Gloria compostelano.

Atando cabos digo que la historia de España, la de Castilla y la de Segovia ha sido hecha por fabulosos esmorgantes. Por personas como nuestro Diego de Colmenares, el clérigo autor de la “Historia de la insigne Ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla”, y por geniales escritores y políticos como el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, el autor de “De rebus Hispaniae” (De las cosas de España), una obra conocida como “Cronicón de las cosas sucedidas en España, Historia gótica o Crónica del toledano” donde se describe la historia de la Península Ibérica hasta el año 1243.

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